Los orígenes de la religión cristiana
1. De la clandestinidad al reconocimiento oficial La religión cristiana se difundió, en el siglo I a.C., a través de algunas comunidades judías, y pronto encontró seguidores entre los sectores más humildes de la sociedad, ya que predicaba la igualdad entre las personas y la vida eterna tras la muerte. Pero el cristianismo suponía la creencia en un solo dios (monoteísmo), por lo que chocó con la religión romana, que rendía culto a multitud de dioses y al propio emperador. El cristianismo exigía una práctica exclusivista, y no aceptaba la existencia de otras divinidades. Fue visto como una gran amenaza para la seguridad del Imperio, por lo que se ordenaron persecuciones contra los cristianos y la práctica de sus ceremonias fue condenada. Los cristianos se vieron obligados a celebrar sus cultos en la clandestinidad, y surgieron así en algunas ciudades las catacumbas. No obstante, se siguió extendiendo por todo el Imperio. En el año 312, el emperador romano Constantino , en los momentos