El arte egipcio

La civilización egipcia nos ha dejado algunas muestras realmente espectaculares de su arte: se trata de obras que, construidas por los dioses o para los muertos, debían ser "eternas". Para conseguir una tal perduración los egipcios utilizaron, para este tipo de construcciones, unas piedras de gran tamaño, que han resistido airosamente al paso de los milenios. En cambios sus construcciones corrientes, que eran de ladrillo, han llegado a nosotros muy deterioradas.

Las construcciones funerarias eran unas a modo de viviendas para los muertos destinadas a conservar y proteger el sarcófago de toda violación, y a guardar los objetos y ofrendas que el muerto "necesitaba".

La construcción de estas tumbas empezó siendo muy sencilla: era la mastaba, para luego hacerse mayor -la pirámide- y evolucionar más tarde para convertirse en una serie de cámaras excavadas dentro de la roca (son los hipogeos).

Las paredes interiores de las tumbas solían estar decoradas con pinturas o relieves pintados, en los que se representaban escenas de la vida corriente o ceremonias religiosas.

En una serie de cámaras, totalmente cerradas al exterior, se depositaban objetos relacionados con el muerto: a veces eran sus imágenes, que podían sustituirle mágicamente; otras era objetos que le habían pertenecido en vida.

Los templos fueron construidos por los egipcios en forma de enormes conjuntos arquitectónicos en los que se honraba a la vez a los dioses y a los faraones asociados a su culto. El tipo de templo más conocido es el de la época del Imperio Nuevo (siglos XVII-XIII a.C.) del que se conservan muchos restos en la región de Tebas.

El templo era un gran recinto amurallado destinado al culto del dios. Las estancias dedicadas al dios y a los sacerdotes estaban precedidas por una serie de grandes salas y patios donde se quedaban los fieles normales.

Los muros de estos templos estaban decorados con relieves en los que se honraba la memoria de los dioses y del faraón.

La construcción de estos templos se realizaba con paredes y columnas de piedra muy bien tallada, cubiertas con grandes dinteles también de piedra.

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