La colonización griega
El griego fue un pueblo de emigrantes fundadores de colonias. Una colonia griega era creada por un grupo de emigrantes procedentes de la misma polis (a la que llamaban metrópolis: polis madre). Estos emigrantes se desplazaban por mar y se instalaban en regiones costeras que reunieran algunos de estos dos requisitos: disponer de tierras aptas para el cultivo o estar bien situadas para el comercio marítimo. Las primeras colonias griegas parece que basaron su riqueza en la agricultura, pero más adelante incorporaron a su economía las actividades comerciales, llegando a crear una amplia red de escalas en el Mediterráneo que fueron la base del comercio marítimo de los griegos.
Las colonias eran plenamente independientes desde el punto de vista político, pero sus habitantes se consideraron siempre griegos y, como tales, conservaron la lengua, la cultura, las leyes y la religión helénicas. Todas ellas se mantuvieron siempre en estrecho contacto con los otros grupos de griegos, con los que sostenían continuos intercambios tanto económicos como culturales.
Cada una de estas colonias, rodeada de territorios no griegos, mantenía con los indígenas contactos de distinto signo: a veces los griegos se instalaron en zonas de población hostil, con la que tuvieron que sostener frecuentes guerras; otras veces pactaron con las poblaciones ya instaladas allí la ocupación de una zona costera en la que instalan la colonia; en algunos casos los griegos ocupaban las tierras más fértiles dominando y explotando a los indígenas (es el caso de Sicilia), otras veces se limitaron a establecer con los habitantes de las zonas circundantes relaciones comerciales e incluso culturales (éste parece que fue el caso de las colonias griegas establecidas en España).
La colonización griega debió empezar en el siglo VIII a.C. (las fechas son muy poco seguras). En ella se adivinan dos grandes direcciones:
a) la de los griegos del sur de Grecia que inician un camino de colonización hacia occidente;
b) la de los griegos del mar Egeo y de Asia Menor que se dirigen hacia el Bósforo y el mar Negro y hacia el norte de África.
Analicemos brevemente ambas corrientes:
a) A partir de mediados del siglo VIII, griegos procedentes de Eubea (especialmente de Calcis y de Eritrea) se instalaron en las zonas costeras del sur de Italia: fundación de Cumas, Nápoles y Zankle.
Poco después gentes del Peloponeso se instalaron en Calabria donde fundaron Síbaris, Crotona y Tarento. Esta intensa colonización helenizó profundamente el sur de Italia, que se convirtió en un gran núcleo de influencia griega en el Mediterráneo Occidental.
Sicilia fue también objeto de una intensa colonización por parte de los griegos a partir del siglo VIII: los corintios fundaron Siracusa, gentes de Rodas y de Creta crearon Gela, Agregento y Selinonte.
En el siglo VII una nueva oleada colonizadora, la de los focenses del Asia Menor, abrió a estos comerciantes el área del Mediterráneo Occidental donde tuvieron que enfrentarse a los intereses comerciales de los cartaginenses y los etruscos. Estos marinos de Focea fundaron Marsella, Alalía, Ampurias y, posiblemente, varias colonias más -aún no localizadas por los arqueólogos- en el Levante español. A partir de estas colonias, el sur de Francia y España entraron en contacto con el mundo griego.
b) Mileto fue la gran creadora de colonias a partir de la región del Bósforo. Los milesios controlaron, durante el siglo VII, todo el litoral del Mar Negro y establecieron un activo comercio con los pueblos de aquellas zonas de los que sacaban: oro, trigo, pieles y pescado seco a cambio de vino, aceite y tejidos. Una tradición no confirmada, habla de ochenta colonias milesias en el Mar Negro.
En las costas del Norte de África fundaron los griegos dos colonias: Naucratis y Cirene.
Las colonias eran plenamente independientes desde el punto de vista político, pero sus habitantes se consideraron siempre griegos y, como tales, conservaron la lengua, la cultura, las leyes y la religión helénicas. Todas ellas se mantuvieron siempre en estrecho contacto con los otros grupos de griegos, con los que sostenían continuos intercambios tanto económicos como culturales.
Cada una de estas colonias, rodeada de territorios no griegos, mantenía con los indígenas contactos de distinto signo: a veces los griegos se instalaron en zonas de población hostil, con la que tuvieron que sostener frecuentes guerras; otras veces pactaron con las poblaciones ya instaladas allí la ocupación de una zona costera en la que instalan la colonia; en algunos casos los griegos ocupaban las tierras más fértiles dominando y explotando a los indígenas (es el caso de Sicilia), otras veces se limitaron a establecer con los habitantes de las zonas circundantes relaciones comerciales e incluso culturales (éste parece que fue el caso de las colonias griegas establecidas en España).
La colonización griega debió empezar en el siglo VIII a.C. (las fechas son muy poco seguras). En ella se adivinan dos grandes direcciones:
a) la de los griegos del sur de Grecia que inician un camino de colonización hacia occidente;
b) la de los griegos del mar Egeo y de Asia Menor que se dirigen hacia el Bósforo y el mar Negro y hacia el norte de África.
Analicemos brevemente ambas corrientes:
a) A partir de mediados del siglo VIII, griegos procedentes de Eubea (especialmente de Calcis y de Eritrea) se instalaron en las zonas costeras del sur de Italia: fundación de Cumas, Nápoles y Zankle.
Poco después gentes del Peloponeso se instalaron en Calabria donde fundaron Síbaris, Crotona y Tarento. Esta intensa colonización helenizó profundamente el sur de Italia, que se convirtió en un gran núcleo de influencia griega en el Mediterráneo Occidental.
Sicilia fue también objeto de una intensa colonización por parte de los griegos a partir del siglo VIII: los corintios fundaron Siracusa, gentes de Rodas y de Creta crearon Gela, Agregento y Selinonte.
En el siglo VII una nueva oleada colonizadora, la de los focenses del Asia Menor, abrió a estos comerciantes el área del Mediterráneo Occidental donde tuvieron que enfrentarse a los intereses comerciales de los cartaginenses y los etruscos. Estos marinos de Focea fundaron Marsella, Alalía, Ampurias y, posiblemente, varias colonias más -aún no localizadas por los arqueólogos- en el Levante español. A partir de estas colonias, el sur de Francia y España entraron en contacto con el mundo griego.
b) Mileto fue la gran creadora de colonias a partir de la región del Bósforo. Los milesios controlaron, durante el siglo VII, todo el litoral del Mar Negro y establecieron un activo comercio con los pueblos de aquellas zonas de los que sacaban: oro, trigo, pieles y pescado seco a cambio de vino, aceite y tejidos. Una tradición no confirmada, habla de ochenta colonias milesias en el Mar Negro.
En las costas del Norte de África fundaron los griegos dos colonias: Naucratis y Cirene.
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