El arte del siglo XVIII
El arte rococó
El siglo se inició con el estilo rococó, una evolución decorativa del barroco. Se trata de un arte muy recargado, realizado con guirnaldas, formas curvas y ondulantes y motivos orientales. Fue el arte con el que los estamentos sociales ricos adornaron profusamente sus salones.
El arte neoclásico
A mediados de siglo surgió una nueva corriente artística, el neoclasicismo, caracterizado por su entusiasmo hacia la antigüedad grecorromana.
La arquitectura recuperó la armonía de las líneas simples. Se volvieron a emplear columnas dóricas, jónicas y corintias y motivos decorativos griegos. Se adoptaron el templo griego y la basílica romana como modelos para edificios religiosos y civiles. Se realizaron, por último, obras públicas, como hospitales, museos, teatros y parques y jardines.
La escultura supuso una vuelta a las líneas establecidas por el arte clásico griego y, en algunos casos, se inspiró en modelos de la Roma antigua.
En cuanto a la pintura, los principales temas giraron en torno a los retratos y las escenas mitológicas e históricas. Las composiciones eran sencillas, simétricas y con pocos elementos, y en ellas predominaba el dibujo sobre el color. Se tendía a usar tonos fríos (azules, grises, etc.). el representante más destacado de la pintura neoclásica fue el francés Jacques-Louis David.
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La Iglesia de la Magdalena de París |
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Los amores de Paris y Helena (1788), de Jacques-Louis David - Museo del Louvre de París |
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