Siglo XIX: cambios en el panorama mundial

1. Las revoluciones liberales

A principios del siglo XIX, las potencias europeas se unieron y derrotaron a Napoleón. Se inició un proceso denominado Restauración, que supuso la vuelta de los monarcas absolutos a sus tronos y el restablecimiento de las fronteras vigentes antes de la Revolución francesa.

Debido a esta vuelta al absolutismo, en muchos países europeos se sucedieron una serie de revoluciones liberales a lo largo del siglo XIX (en 1820, 1830 y, sobre todo, 1848) protagonizadas por la burguesía y apoyadas por las clases populares. Pretendían alcanzar de nuevo los logros obtenidos en la Revolución francesa y terminar con el absolutismo.

2. Los nacionalismos

Junto con los ideales liberales se fue despertando en muchas zonas de Europa el sentimiento nacionalista. El nacionalismo supone la exaltación de las características propias de un pueblo (origen, tradiciones, historia, lengua, etc., comunes). Este sentimiento llevó a algunos de ellos a luchar por configurarse como estados independientes. En algunos casos, como el de Alemania e Italia, se trataba de territorios separados políticamente que perseguían su unificación; en otros, en cambio, eran naciones sometidas que intentaban independizarse de un territorio con el que nada tenían en común.

3. Cambios económicos y sociales

En el siglo XIX se produjo un gran crecimiento económico:

  • Aumentó la producción industrial, gracias a los avances técnicos.

  • Los avances técnicos, además, potenciaron el desarrollo del sector agrícola, de donde se obtenían materias primas.

  • El aumento del número de productos y los nuevos medios de transporte contribuyeron a fomentar el mercado internacional.

  • Se invirtieron muchos capitales y se desarrolló la banca.

Los principios liberales habían conseguido suprimir los privilegios jurídicos de los estamentos, y la riqueza se convirtió en el criterio que diferenciaba a las personas y a los grupos sociales. La nueva sociedad quedó estructurada en clases:

  • La burguesía se convirtió en el sector social más poderoso.

  • El proletariado, grupo formado por los trabajadores industriales, se hizo cada vez más numeroso y estaba sometido a la burguesía industrial.

4. Los imperialismos

Se denomina imperialismo a la expansión territorial que Europa, Estados Unidos, Japón y Rusia llevaron a cabo en el siglo XIX en extensas zonas de África, Asia y Oceanía. Se originó por el afán de los países industriales de encontrar nuevos mercados donde vender sus productos, invertir su capital y obtener materias primas y fuentes de energía.

El imperialismo provocó un movimiento migratorio hacia las zonas colonizadas, en las que los países industrializados impusieron su dominio político, cultural y económico.

El desarrollo imperialista desencadenó graves tensiones entre las potencias por el dominio de diversos territorios.

5. Las ciudades en el siglo XIX

Durante el siglo XIX, las ciudades experimentaron un enorme crecimiento. Los barrios ricos de la burguesía se instalaron en las afueras (ensanches) y estaban formados por vistosos edificios de varias plantas localizados en grandes avenidas. También se construyeron parques, jardines y zoológicos, así como galerías con lujosas tiendas.

Con la invención de la luz eléctrica, las calles se iluminaron.

Las personas se desplazaban en coches y tranvías tirados por caballos.

Pero el rápido crecimiento trajo consigo problemas de abastecimiento de agua potable y de alcantarillado, sobre todo en los barrios pobres. Allí, las casas eran pequeñas y estaban muy juntas unas a otras; las calles eran estrechas y apenas permitían el paso de la luz solar.

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