La cultura en el Imperio romano

1. La influencia cultural griega en el mundo romano

La evolución cultural del pueblo romano refleja, desde etapas muy antiguas, la influencia de las formas culturales griegas. Esta influencia se dejó sentir en Roma especialmente desde que la ciudad estableció sus primeros contactos con los griegos del sur de Italia. Pero, a partir del siglo II a.C., cuando los romanos iniciaron el asalto a los países del Mediterráneo oriental, la helenización de la cultura romana fue un hecho totalmente irreversible. Para comprender este fenómeno será útil tener en cuenta algunos hechos:
a) Los países del Mediterráneo oriental siguieron desarrollando, bajo el dominio romano, unas formas culturales que eran la continuación normal de la cultura griega de los siglos anteriores.
b) Los romanos más cultos vieron siempre a la cultura griega como el modelo de cultura superior y, para poder conocerla directamente educaban a sus hijos con profesores griegos que les enseñaban a leer y escribir en esta lengua.
c) Las creaciones culturales en lengua latina -literatura, historia, filosofía...- siguieron, con mucha frecuencia, los modelos elaborados por el mundo griego.
d) La religión romana tenía raíces típicamente autóctonas, pero, a partir del siglo III a.C., se advierte una tendencia a identificar dioses romanos con dioses griegos y a revestir a aquéllos con las formas y mitos que les habían dado los griegos.
e) El mismo arte romano, tan interesante por sus innovaciones técnicas, procuró asimilar los ideales estéticos creados por los artistas griegos.
2. El arte romano

El mundo romano fue un fiel continuador de las formas artísticas griegas en escultura y en pintura, pero supo hallar interesantes soluciones a los problemas técnicos planteados por la arquitectura: los constructores romanos trabajaron con gran provecho en el desarrollo de las formas abovedadas.

a) El arco romano -utilizado en puentes y acueductos- estaba construido en piedra y con ellos se llegaban a salvar grandes espacios. También fue muy usado el arco en puertas y ventanas de los edificios, en los que el dintel pasó a ocupar una función decorativa (como ocurría en los arcos de triunfo).

b) Los grandes espacios abovedados fueron una creación de la arquitectura romana que los utilizó para los edificios públicos (termas, basílicas, grandes templos). Las bóvedas más usadas por los romanos eran: la de medio cañón, la de arista y la cúpula (o media naranja). Las más atrevidas de estas bóvedas aparecen en Roma en los siglos III y IV d.C.: termas de Caracalla y Basílica de Majencio y Constantino.

c) Para la construcción de estas formas abovedadas los arquitectos romanos utilizaban una especie de hormigón (en realidad, es el mortero romano, una mezcla de arena y piedras de pequeño tamaño unidas por medio de cal viva disuelta en agua); este material, una vez seco, se convertía en algo tan duro como la piedra mejor consolidada. Este tipo de materiales, usados también para levantar las paredes, que eran muy gruesas, exigía ser revestido con elementos más ricos (mármoles, enlucido, mosaicos, pinturas al fresco...) que disimulaban su tosquedad.


La escultura romana, basada en la técnica de los griegos, supo desarrollar dos géneros característicos: el relieve histórico y el retrato. En los relieves históricos, como este fragmento que decora la columna Trajana, se desarrollaban las escenas consecutivas de una acción -en este caso las guerras de Trajano contra los dacios- con un sentido casi cinematográfico" de la narración.

Los retratos, que derivaban de las primitivas máscaras de cera que servían para el culto a los antepasados, llegaron a conseguir obras tan perfectas como este famoso retrato de un matrimonio romano, obra probable del siglo II d.C.

La pintura romana. Los pintores romanos fueron fieles continuadores de la técnica griega, pero introdujeron en sus frescos una serie de temas meramente decorativos con los que llenaban las paredes de las viviendas de las gentes ricas. En esta fotografía se reproduce un fresco conservado en la llamada Casa de Livia descubierta en Roma. La pared se ha dividido en recuadros en los que se insertan elementos decorativos y paisajes.

Los arcos romanos: Los arquitectos romanos utilizaron el arco con profusión, lo mismo en obras de ingeniería que en construcciones urbanas. El Puente de Alcántara, en Cáceres, es una muestra de la perfección y osadía de los arcos romanos. El arco usado en construcciones urbanas solía estar combinado con una decoración de columnas y dinteles tal como aparecen en el siguiente arco de triunfo dedicado en Roma al emperador Constantino. La misma combinación aparece en el exterior del Coliseo, el enorme anfiteatro que hizo construir en Roma el emperador Vespasiano (siglo II d.C.).


Puente de Alcántara (Cáceres)

Arco de Constantino (Roma)

Coliseo (Roma)

Los constructores romanos utilizaron tres tipos de bóvedas: la de medio cañón, la de media naranja o de cúpula y la de arista. Las bóvedas romanas eran de enorme tamaño: las del Panteón era una gran cúpula de 43 metros de diámetro y, para sostener su enorme empuje lateral, la pared sobre la que estaba apoyada medía seis metros de espesor. El Panteón de Roma fue un templo edificado en el siglo II d.C., en el que se reunieron las imágenes de todas las divinidades del Imperio. Por su parte, las bóvedas de medio cañón de la basílica de Majencio cubren espacios de 25 metros de ancho. Las basílicas eran grandes edificios públicos en los que se celebraban reuniones de distinto tipo: tribunales de justicia, asambleas de comerciantes...


Panteón (Roma)

Basílica de Majencio (Roma)


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