La religión en Roma
Para los romanos, la religión era un vínculo de disciplina entre el individuo y el dios. La palabra "religión" es latina, y su significado es "obligación de cumplir con un rito". Los romanos aprendían, ya desde la infancia, a forjar su carácter mediante la disciplina, el deber y su obligación para con el Estado, y todo ello lo realizaban a través de las ceremonias religiosas, ya fuera mediante cultos familiares, sacrificios u ofrendas a sus dioses.
La religión romana, en suma, fue lo que dio ese carácter "de hierro" al ciudadano romano, que se manifiesta en su sentido del honor, de la responsabilidad y de la valentía.
La familia roma es una mezcla de personas, dioses y cosas. Todo está relacionado entre sí por unos ritos que constituyen el culto familiar. El niño aprende desde pequeño que hay que cuidar el fuego sagrado de Vesta, diosa que protege la continuidad familiar. Desde su infancia, ve en su casa pequeñas figuras cubiertas de flores que representan a los dioses y espíritus protectores de su familia. Éstos son:
⇛ Los lares, que protegen el hogar, los bienes, la fortuna y el destino de toda la familia.
⇛ Los penates, que procuran que nunca falte comida en la casa. Su nombre procede de penus, "despensa". Se los representa como dos jóvenes que llevan el "cuerno de la abundancia", que es un cuerno repleto de frutas.
⇛ Los manes, almas de los difuntos de la familia.
⇛ El genio, o ángel custodio del padre de familia, que pasa de padre a hijo. Se representa en forma de serpiente. El espíritu del genio no perece con la muerte del padre, sino que se regenera en la vida del hijo. Es una especie de fuerza regenerativa. Su dios simbólico es Jano, dios de dos caras, que simboliza la vigilancia de ambas entradas de la casa: la puerta de entrada y la puerta de salida. A partir de esa idea de Jano como dios custodio de la entrada y la salida, se formó la palabra "enero", mes de entrada al nuevo año.
![]() |
Dios Jano |
Cada familia tiene sus propios cultos. La mujer, al casarse, deja los cultos de su familia y se incorpora a los de la familia de su marido.
La palabra inaugurar está relacionada con la actividad de los augures romanos, quienes recogían los auspicios en nombre del Estado a través del examen del vuelo de las aves. Igualmente, el acto de inaugurar un lugar o una celebración lleva implícito su bendición y el deseo de buena suerte.También hay divinidades de las estaciones, como Maia, el espíritu del mes de mayo; divinidades de los bosques, como Silvano; una divinidad de los partos y de la menstruación de la mujer (Lucina), etc. Ningún otro pueblo tuvo nunca tantas divinidades como el romano. En total eran unas treinta mil. Para los romanos, cada divinidad representaba algo parecido a lo que para los cristianos representan los santos. Es decir, no eran propiamente dioses, sino poderes misteriosos a los que hay que complacer para que protejan a los humanos (también en el cristianismo cada creyente pide su deseo al santo o santa de su devoción).
Además de las divinidades del hogar, del campo y de la familia, los romanos tenían una larga lista de dioses y numerosos ritos para cada uno de ellos. El principal era Júpiter. Era el dios de la luz del sol y el protector de las cosechas con su lluvia benefactora. En tiempos de sequía, las jóvenes romanas andaban descalzas, en procesión hasta el monte Capitolio, para suplicar a Júpiter que desencadenara la lluvia.
Junto a Júpiter encontramos a Marte, Saturno, Juno, Minerva, Venus, etc. Cuando los romanos entraron en contacto con los griegos, asimilaron el nombre de sus propios dioses al de los griegos, y surgió así el panteón grecorromano, es decir, el conjunto de "todos los dioses griegos y romanos".
3. Los sacerdotes
Dentro de la familia romana, el padre actuaba de sacerdote en los cultos de los dioses familiares. Fuera de ella, toda una serie de grupos sacerdotales, especializados cada uno en un determinado rito, se encargaban de dirigir los cultos. Los sacerdotes dependían del Pontífice Máximo, que era el sacerdote superior, y pertenecían a un colegio.
Podía ser sacerdote quien quisiera, y también dejar de serlo libremente. No tenían ningún poder político, sino que era un mero instrumento del Estado. Los grupos sacerdotales más importantes fueron:
✦ Los augures, sacerdotes que interpretaban la voluntad de los dioses mediante la observación del vuelo de las aves.
✦ Los arúspices, sacerdotes que interpretaban el futuro leyendo las líneas del hígado de un animal recién sacrificado. Esta práctica adivinatoria no es de origen romano. Nació en la antigua Babilonia, en donde los astrólogos veían el estado de las estrellas y los planetas en esta víscera. Esta práctica se llamaba hepatoscopia, "observación del hígado".
✦ Las vestales, vírgenes que vigilaban el fuego sagrado del templo de Vesta, diosa de la castidad.
Las vestales eran jóvenes patricias, elegidas por el Pontífice Máximo, para que, durante diez años, mantuvieran su castidad y alimentaran diariamente el fuego que estaba encendido ante la estatua de la diosa. Vestían túnica gris y blanca y, sobre ella, un manto de color púrpura, exclusivo de la clase patricia. Si una vestal rompía su voto de castidad, era condenada a muerte. Ser elegida como vestal constituía un honor dentro de la tradición religiosa romana.
4. Cultos orientales
Durante el Imperio Romano, al igual que ocurriera en Grecia, la religión recibió la influencia de cultos procedentes de Oriente, sobre todo de Egipto y de Persia. Los cultos orientales que más se difundieron en Roma fueron:
❂ Las bacanales, que eran celebraciones orgiásticas en honor del dios Baco (el Dioniso griego). Causaron tal escándalo, que fueron prohibidas por el Senado en el año 186 a.C. Pero su imagen perduró a través del tiempo, siendo recuperada durante el Renacimiento y el Barroco como símbolo de la vitalidad y el éxtasis, de la vertiente menos racional y apolínea del ser humano.
❂ El culto a Cibeles, llamada la Gran Madre. Era una diosa de la naturaleza. Su culto llegó primero a Grecia, y más tarde se extendió por el imperio al ser adoptado por los romanos. El rito se celebraba anualmente en el mes de marzo, y culminaba con la fiesta de la sangre, en la que se sacrificaba un toro, mientras los devotos se flagelaban en medio de gritos de dolor y todo tipo de excesos.
❂ El culto a Mitra. Procedente de Persia, se difundió rápidamente en todo el Imperio Romano. Mitra era el dios persa de la luz celestial. Combatió contra un toro, de cuya sangre nacieron los seres vivos. Los devotos era iniciados en este rito mediante un bautismo de sangre, llamado taurobolion, en el que recibían, encima de sus cabezas, la sangre de un toro recién sacrificado.
❂ El culto a Isis y Osiris. Sus sacerdotes llevaban la cabeza rapada y vestidos blancos. Los iniciados tenían que pasar por numerosos y duros sacrificios antes de la iniciación.
![]() |
Escultura de Mitra en el Museo Vaticano |
5. El culto al Emperador: la apoteosis
A partir de Julio César y Augusto, los romanos divinizaron al emperador después de su muerte, costumbre heredada también de Oriente. Esta práctica, llamada apoteosis, elevaba al emperador a la categoría de "divino". En su honor se levantaban templos y estatuas, y todos los habitantes del imperio tenían la obligación de celebrar su culto.
Durante mucho tiempo, la apoteosis de los emperadores sirvió para mantener unida la religión romana frente a la presencia cada vez mayor de cultos extranjeros. De alguna manera, el inicio de esta práctica hizo confluir religión y Estado en una sola figura.
Comentarios
Publicar un comentario