Los Reyes Católicos: Las bases de la futura hegemonía española

1. Los planteamientos de la política exterior


La política internacional y militar será llevada directamente por Fernando de Aragón, astuto, hábil y pragmático, quizá modelo de El Príncipe de Maquiavelo. En ella existirán varias coordenadas:

  • La idea de unión de todos los reinos peninsulares

  • El dominio del Mediterráneo, siguiendo la tradición aragonesa

  • El control del norte de África

  • La expansión atlántica

  • El aislamiento de Francia

El aislamiento de Francia será una constante política de Fernando y de todo el siglo XVI. Con ella se continúa la tradición aragonesa y se intenta frenar a la única potencia capaz de impedir la hegemonía de España.


2. La política matrimonial


Navarra 

Para la unión con Navarra se proyectó casar a Doña Juana con el príncipe Francisco Febo, que muere prematuramente. La unión se lograría, por otros medios, en 1512.


Portugal 

La unión con Portugal sería objetivo básico. Así la hija mayor, Isabel, casaría con D. Alfonso de Portugal y muerto éste, con su hermano, D. Manuel el Afortunado. Muerta Isabel y poco después su hijo Miguel (heredero de los tres reinos), D. Manuel se casó con otra hija de los Reyes, María. Pero la unión no llegaría hasta 1581.


El aislamiento de Francia 

Se intentará conseguir desde dos ópticas: Con Inglaterra (siguiendo la tradición de alianzas de Aragón y la vieja enemistad francobritánica) y con el Imperio, es decir, la Casa de Austria-Borgoña. En el primer caso, la hija menor, Doña Catalina casaría con el Príncipe Arturo y, su muerte, con su hermano Enrique VIII. Con los Habsburgos se concertaría el doble matrimonio de D. Juan con Dª Margarita y de Doña Juana con D. Felipe el Hermoso, hijos del Emperador Maximiliano.


3. La política mediterránea


Don Fernando aspira a dominar toda la costa norteafricana y a frenar el imperio turco. Así, tomada Melilla en 1497 se conquistarán, tras la muerte de Isabel, Orán, Argel, Bujía y Trípoli.

Pero el gran objetivo sería Italia, en la que, como durante toda la Edad Media, se entraría en conflictos con Francia. Ahora, la unión castellano-aragonesa convertirá en invencibles a los ejércitos españoles. Gonzalo Fernández de Córdoba sería heroico capitán de las campañas de Italia. Allí se forja el prestigio de la infantería española, en unas guerras de ambiente caballeresco, todavía medieval.


Monumento en Córdoba al Gran Capitán, Gonzalo Fernández de Córdoba

Por el Tratado de Barcelona (1493), Carlos VIII devuelve a Aragón el Rosellón y Cerdeña. Y Fernando se compromete a no atacar a Francia. Así, el rey francés penetra en Italia para ocupar Nápoles en apoyo de los nobles enfrentados al Rey Ferrante, hijo de Alfonso V el Magnánimo. Pretextando entonces que Nápoles era un reino vasallo del Papa, Fernando forma la Liga Santa y envía a sus tropas al mando del Gran Capitán. Con escasas fuerzas, los españoles conquistan Calabria y entran en Nápoles. En Roma, el Papa Alejandro VI (que era español), concede al Gran Capitán la Rosa de Oro. Al año siguiente, en 1496, se realizan las bodas planeadas con Inglaterra y los Habsburgos.

Por el Tratado de Granada, pactado en 1500 con el nuevo rey francés, Luis XII, se reparten el sur de Italia entre Francia y España.

Pero establecida una disputa sobre los territorios pertenecientes a cada uno, de nuevo marcha a Italia el Gran Capitán, mientras una escuadra española derrota a la francesa en Otranto. Las rápidas y fulgurantes victorias de Seminara, Ceriñola, Garellano y Gaeta proporcionan a España el efectivo dominio de todo el sur de Italia en 1504, el mismo año de la muerte de Isabel


4. La política atlántica


Entre ambas campañas se había consumado la conquista de las Islas Canarias (Islas Afortunadas) en 1500.

Pero antes aún, en 1492, Cristobal Colón había llegado a América. Y por el Tratado de Tordesillas (1494), el mundo había sido dividido entre los dos reinos ibéricos: Castilla y Portugal.


5. Las bases del imperio español


Los dos grandes centros de la cultura y el humanismo renacentista serán Italia y los Países Bajos. Durante esta época se asentarán firmemente los lazos de relación ya existentes, a través de la penetración tradicional de la Corona aragonesa en Italia, y a través de los lazos económicos entre Castilla y Flandes junto con la política matrimonial y militar que acabamos de reseñar.

Así, el castellano se convertirá en la lengua de la cultura y la diplomacia en Italia, en muchos territorios europeos y en la propia Península (en Portugal escriben en castellano grandes poetas). Humanistas y artistas italianos, flamencos, borgoñones y alemanes vendrán a España, y artistas e intelectuales españoles viajarán a Italia.

Todos estos contactos que sumergen al país, definitivamente, en las corrientes artísticas e intelectuales de Europa, todas estas conquistas y esta política rápida y eficazmente expansiva, sientan los cimientos sobre los que España basará un imperio europeo y universal.

Comentarios

Entradas populares de este blog

La polis de la época arcaica (siglos VIII-VII a.C.)

La Prehistoria: una larga etapa

La aparición del fenómeno urbano