Justiniano y Teodora

 


Justiniano es el último emperador romanista en el sentido de que sueña en reconstruir el Imperio Romano, conquistando el Mediterráneo occidental y dándole una unidad jurídica, basado en la recopilación del derecho romano (Corpus Iuris Civilis). Su mujer Teodora tiene ya mentalidad bizantinista; no sabe hablar latín, es monofisita, la herejía del cristianismo más arraigada en Bizancio que plantea problemas con Roma, y no desea las guerras de conquista en Occidente que arruinan al Estado.

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