Las colonizaciones históricas de la Península Ibérica

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Al mismo tiempo que los celtas entraban en la Península por el norte, fenicios, griegos y cartagineses se asentaban en las zonas costeras mediterráneas. Estos navegantes venían en busca de metales, cobre, estaño, plata y oro. Comerciaban con otras mercancías, como trigo, aceite, caballos y esclavos, y traían productos manufacturados, sobre todo artículos de lujo (orfebrería, vidrio, perfumes, tejidos, etc.).

Las colonizaciones históricas se pueden dividir en:

1.) Colonización fenicia: Se produjo en el siglo VIII a.C. Partió de la ciudad fenicia de Tiro, que era un gran centro comercial. El tipo de navegación que practicaban era de cabotaje y organizaban factorías comerciales en las costas e islas mediterráneas (Sicilia, Cerdeña, Córcega).

En Andalucía se situaron en las proximidades del estrecho de Gibraltar para controlar el comercio del cobre y del estaño, así como la industria de salazón de pescado; fundaron colonias como Malaka (Málaga), Sexi (Almuñécar), Abdera (Adra) y Gadir (Cádiz), que se convirtieron en centros comerciales y de industria.

2.) Colonización griega: Se asentó en el sur de la Península desde el siglo VIII al VII a.C. Eran griegos procedentes de Asia Menor (de la ciudad de Focea), y habían establecido un próspero comercio con Tartessos, pero a partir de la batalla de Alalia (Córcega, 535 a.C.), en la que fueron derrotados por los cartagineses, perdieron el dominio del Mediterráneo y de la ruta de los metales. Ante esta situación, los griegos centraron su atención en el noreste peninsular, donde fundaron su colonia más importante, Emporion (Ampurias), que junto con Rhodes (Rosas) quedaron supeditadas a la colonia de Massalia (Marsella, Francia) debido a su creciente importancia.

A pesar de la oposición cartaginesa, los griegos mantuvieron el comercio con los pueblos del sureste. Acuñaron monedas en sus colonias y las introdujeron a través de intercambios comerciales con los pueblos indígenas.

3.) Colonización cartaginesa: En principio fue una colonización de carácter comercial (siglo VI a.C.) y posteriormente militar (final del siglo III a.C.). Cartago había sido fundada a fines del siglo IX a.C. por los tirios (fenicios procedentes de Tiro). Pronto extendieron su influencia comercial por el litoral del norte de África, la costa sur de España y las islas de Sicilia y Cerdeña. Hacia el año 654 a.C., fundaron la colonia de Ebussus (Ibiza) para poder controlar el comercio de los metales. Este control provocó una serie de enfrentamientos con los griegos, a los que vencieron en la citada batalla de Alalia, lo que les permitió apoderarse de los colonias griegas y fenicias.

El interés de los cartagineses por la Península Ibérica sería cada vez mayor hasta adquirir una forma de ocupación militar. Necesitaban materias primas y hombres (mercenarios) para sus futuras operaciones; con este objetivo fundaron Cartago Nova (Cartagena). La derrota de Cartago ante Roma (guerras púnicas) supondrá el comienzo de la dominación romana en la Península Ibérica.


Figura de terracota, conocida como Dama de Ibiza, datada del siglo III a.C., en el periodo de ocupación de los cartagineses del archipiélago balear.

Representa una diosa cartaginesa y fue encontrada en la necrópolis de Puig d'es Molins (Ibiza). Actualmente se encuentra en el Museo Arqueológico Nacional, en Madrid.


Repercusiones para los pueblos indígenas

La llegada de otros pueblos a la Península Ibérica supuso una serie de cambios sobre los pueblos indígenas que influyeron de forma esencial en las costas meridional y levantina, las más colonizadas, y provocó el avance cultural de los habitantes de estas zonas con respecto a los pueblos del interior. Las repercusiones más importantes fueron:

  • Nuevas fuentes de riqueza, sobre todo industriales, como la salazón y la orfebrería.

  • Utilización del hierro: se empleó en la fabricación de útiles y armas.

  • Nuevos cultivos, como el olivo, y la aplicación de nuevas técnicas agrícolas.

  • Moneda: provocó un cambio en las relaciones comerciales de los diferentes pueblos.

  • Urbanización: desarrollo de las ciudades.

  • Escritura: aparecen los primeros documentos escritos en la Península.


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