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Mostrando entradas de agosto, 2025

El Occidente germánico

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  Las emigraciones de los pueblos germánicos y su asentamiento dentro del Imperio Romano de Occidente representan uno de los hechos fundamentales de la aparición de la Civilización Europea Occidental. En los orígenes de esta civilización, que es la nuestra actual, pueden encontrarse: la pervivencia de la civilización romana, la aportación de los pueblos germanos y el cristianismo. 1. Desaparición y pervivencia del mundo romano La parte occidental del Imperio Romano, abandonada a sus solas fuerzas, se desintegró ante las emigraciones de los pueblos germánicos (bárbaros). Durante todo el siglo V el Imperio se mostró incapaz de adaptar a los pueblos invasores y acabó perdiendo su estructura política (476). Pero no desaparecieron tan rápidamente sus formas económicas, sociales y culturales que los pueblos germánicos imitaron voluntaria o involuntariamente, dentro de sus limitadas posibilidades. La pervivencia de la civilización romana, cada vez más degradada, se mantuvo hasta muy tarde...

Los comienzos de la historia en la Península Ibérica: los pueblos indígenas

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La Península Ibérica carecía de unidad política: existían enormes diferencias entre unos grupos y otros, tanto en su organización social como económica. Sobre estos pueblos actuaron los colonizadores fenicios, griegos, cartagineses (instalados en el Mediterráneo) y celtas (establecidos, a su vez, en el norte y centro). Influyeron enormemente sobre los pueblos indígenas, los cuales, a pesar de su gran diversidad, se pueden reunir en tres grandes grupos: los íberos, los celtíberos y los pueblos del norte de influencia celta. 1. Los íberos Eran descendientes de las comunidades prehistóricas de la costa mediterránea y ocupaban esta área y el sur de la Península. La región meridional era la más poblada. En ella se daba una agricultura y una ganadería muy desarrolladas (cereales, olivo, vid y rebaños de ganado vacuno), se explotaban las minas y se vendían los metales a los navegantes del Mediterráneo oriental. Desarrollaron también industrias alimentarias como las de salazón, escabeche y sal...

La Edad del Hierro: los pueblos celtas

En Europa adquieren importancia las culturas de Hallstatt (período comprendido entre el 800 y el 500 a.C., con núcleo principal en la actual Austria) y La Tène (desde principios del siglo V a.C. hasta la conquista romana, centrada en la zona de la actual Suiza), caracterizadas por un nuevo rito funerario, la incineración de los cadáveres (las cenizas eran depositadas en urnas y éstas se enterraban en el suelo). También se conocen con el nombre de pueblos de los campos de urnas. Durante la primera mitad del primer milenio a.C., llegaron a la Península a través de los Pirineos oleadas de dichos pueblos. Su cultura era más escasa que la de otros colonizadores, eran ganaderos y agricultores nómadas, y conocían la metalurgia del hierro. Las tribus celtas procederían de estos pueblos. Se asentaron en Cataluña y en el valle del Ebro, desde donde pasaron a la Meseta y a la zona norte de la Península, donde se mezclaron con las comunidades ya existentes.